La diferencia clave entre la radiactividad natural y la artificial es que la radiactividad natural en forma de radiactividad tiene lugar por sí sola en la naturaleza, mientras que cuando es inducida por el hombre en los laboratorios, se denomina radiactividad artificial.
El hombre no inventó el proceso de la radiactividad; estaba allí, existiendo en el universo desde tiempos inmemoriales. Pero fue un descubrimiento casual de Henry Becquerel en 1896 que el mundo llegó a conocerlo. Además, la científica Marie Curie explicó este concepto en 1898 y ganó un premio Nobel por su trabajo. Nos referimos al tipo de radiactividad que tiene lugar en el mundo (léase estrellas) por sí solo como radiactividad natural, mientras que el que el hombre induce como radiactividad artificial.