Protocolo vs Procedimiento
Protocolo es una palabra que se escucha mayoritariamente en relación con la diplomacia y la burocracia. Tiene un significado similar a las políticas y procedimientos que se implementan para evitar el caos o cualquier error diplomático que pueda ser motivo de vergüenza para un gobierno. Sin embargo, no es solo la oficina de relaciones exteriores o el ministerio el que necesita protocolos, sino también muchas otras instituciones e incluso corporaciones para asegurarse de que no haya eventos o situaciones desfavorables en momentos en que la alta dirección no esté en funciones. A pesar de las similitudes, existen diferencias entre el protocolo y el procedimiento que se destacarán en este artículo.
Hablando de diferencias, cada departamento de una organización tiene políticas o procedimientos establecidos que son descripciones más o menos generalizadas de cómo llevar a cabo una tarea. Un protocolo es un escalón anterior, una guía descriptiva paso a paso para lograr la finalización de una tarea. Entonces, la principal diferencia entre un protocolo y una política es de santidad o intensidad. Si bien los protocolos deben seguirse en letra y espíritu en todas las circunstancias, los procedimientos, aunque deben observarse, pueden modificarse o modificarse para adaptarse a los requisitos.
Otra diferencia radica en el hecho de que las políticas y los procedimientos son como leyes que pueden modificarse para adaptarse a las circunstancias actuales, mientras que los protocolos se consideran la forma más eficaz de realizar una tarea en particular. El procedimiento puede no ser la mejor o la forma más eficaz de realizar una tarea, pero se adopta como una forma de hacer las cosas en un instituto u hospital en particular porque se adapta a los requisitos.